Estado Plurinacional de Bolivia

Simón José Bolívar Palacios

Simón José Bolívar Palacios

  • Nombre: Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco
  • Gobierno: presidencia legal
  • Periodo de presidente: 1825

Simón José Bolívar Palacios, conocido como Simón Bolívar, El Libertador; fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia. Fue un hombre de acción que consiguió la independencia de las colonias de la América española, al tiempo que dedicó su ideal de unidad política de toda América del sur. Desde su Venezuela natal extendió la lucha liberadora a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Fue precisamente en Perú donde Bolívar solidificó su leyenda como líder de la América independiente.

Simón Bolívar nació en Caracas el 24 de julio de 1783. Sus padres fieles a la corona de España, pertenecientes a la aristocracia venezolana, dueños de plantaciones de cacao y minas de cobre, explotadas por esclavos, murieron cuando todavía era un niño (su padre, Don Juan Vicente Bolívar en 1786. Y su madre, María de la Concepción Palacios en 1792). Dejándole una gran fortuna.

Bajo el cuidado de sus tíos, Bolívar recibió las clases de Simón Rodríguez, un joven intelectual muy influido por los pensadores de la ilustración, que le enseñó los valores liberales.

En 1797 Simón José Bolívar Palacios ingresa en calidad de cadete en un batallón de milicias.

En 1799 Simón Bolívar viajó a España como parte de su formación. En Madrid conoció a María Teresa del Toro, con la que contrajo matrimonio en 1802, y de la que enviudó al poco tiempo de regresar a Venezuela.

En 1804 volvió a Europa, un viaje que lo llevó a Madrid, París y Roma. En la capital francesa conoció al famoso geógrafo y naturalista alemán Alexander Von Humboldt, que le habló de grandes posibilidades de desarrollo económico de América. En pleno esplendor bonapartista, por primera vez se visualizó como Napoleón, guiando a sus compatriotas hacia la independencia. Su estadía acabó en Roma, donde dijo su famoso juramento en el Monte Sacro.

De vuelta a Venezuela, Simón José Bolívar Palacios hizo escala en Estados Unidos donde observó el sistema presidencialista producto de elecciones libres y la organización federal de estados, modelo que cogería para su proyecto americano.

La invasión de Napoleón a España marcó un punto crítico en la relación entre la corona y sus colonias en América, dejando una percepción de vacío de poder. Bolívar viajó a Londres y convenció a Francisco de Miranda, el precursor, para que gobernara la primera república. Pero, interrumpida bruscamente por los intereses enfrentados de sus promotores, el nuevo gobierno falló y los realistas recuperaron el poder. Bolívar se fue y se incorporó a voluntad en el ejército británico para combatir contra Napoleón.

«Juro ante ti, por el dios de mis antepasados y el honor de mi patria, que no daré reposo ni a mi cuerpo ni a mi espíritu hasta que no haya roto las cadenas de España.»

Simón Bolívar

Es posible que a lo largo de la historia, ninguno de los hombres de gloria tuviese que enfrentarse a tantos obstáculos para alcanzarla; la mayor parte de estos hombres construían imperios sometiendo a los pueblos; Bolívar destruía un imperio libertando pueblos y construyendo naciones. Tras la derrota Simón José Bolívar Palacios se incorpora de nuevo con el apoyo de la Nueva Granada, inicia la campaña llamada Admirable, iniciada en mayo de 1813, luego toma Mérida donde fue reconocido por primera vez como El Libertador, y terminada el 7 de agosto del mismo año con su gran entrada en Caracas.

Cuando Bolívar llega a Trujillo y evidencia los horrores y crueldades que cometieron las tropas realistas, proclama el 15 de junio de 1813 la Guerra a Muerte. Al mismo tiempo, los jefes realistas semindependientes se multiplican e imitan depredaciones y crueldades. José Tomás Boves, uno de los jefes, es derrotado por Bolívar el 28 de mayo de 1814 en Carabobo, pero vence a su compatriota Campo Elías, y poco después vence a Bolívar en La Puerta. Tras fracasado el segundo intento republicano, Bolívar se refugió de nuevo en Cartagena de Indias.

Desde ahí viaja a Jamaica, y luego a Haití; con la ayuda del presidente Pétion planeó dos nuevas expediciones. La primera fracasó. La segunda salió tan sólo nueve meses después de la anterior hacia Venezuela en diciembre de 1816.

Desconfiado por los pasados fracasos, Simón José Bolívar Palacios cambió de actitud y se mostró más conciliador. Dejó el cruel sistema de guerra anterior. Se alió con el patriota Páez, nuevo jefe de los llaneros. Gracias a la llegada de oficiales veteranos de las guerras napoleónicas, le permitió construir un ejército disciplinado y práctico.

Acusado de dictador por sus opositores, Simón Bolívar convocó el 5 de febrero de 1819 un parlamento en Angostura, actual ciudad Bolívar (Venezuela). En ese histórico encuentro propuso la creación de la Gran Colombia, una agrupación de estados conformada por los territorios de los ahora Colombia, Ecuador y Venezuela.

De todas las campañas de Simón Bolívar, ninguna demuestra el coraje y la tenaz voluntad de lucha que animaba el espíritu del Libertador como la que lo llevó de los llanos a los páramos andinos para liberar la Nueva Granada. Bolívar los llevó a la victoria de la Batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819. De los tres mil hombres del ejército realista, sólo sobrevivieron cincuenta. Más de mil soldados, varios oficiales y el mismísimo general Barreiro quedaron prisioneros.

Luego de haber anunciado su plan de unidad político y territorial, Bolívar inicia una campaña para liberar el resto de Venezuela, Ecuador y La Nueva Granada. Finalmente, luego de muchos combates contra los realistas, el 6 de mayo de 1821 toda Venezuela quedó bajo su control.

El éxito del Libertador fue tan concluyente que una asamblea de delegados de la Nueva Granada y Venezuela lo nombraron presidente. Sin embargo, Bolívar se negó y cedió el poder a sus subordinados y siguió su misión al marchar al Ecuador. El general Antonio José de Sucre, su lugarteniente, liberó Quito y sofocó la resistencia.

Del 25 al 28 de julio de 1822 se reúne con el protector de Perú, San Martín. Hablan sobre terminar la guerra, ya que los realistas poseían una gran parte del territorio peruano. Las ideas opuestas de estos dos héroes se cruzan. San Martín no sólo acepta y reconoce la superioridad militar de las fuerzas grancolombianas de Sucre y Bolívar, sino que también sabe de la adhesión y gran entusiasmo que despierta Bolívar en los pueblos. San Martín cede a Bolívar la gloria de liberar Perú, le anuncia al pueblo peruano la ayuda colombiana y les pide a todos «Tributo de reconocimiento al inmortal Simón Bolívar». El 7 de agosto de 1824 Bolívar y Sucre vencen en Junín al ejército realista español. Posteriormente Sucre expulsó a los realistas del alto Perú (hoy Bolivia) En Ayacucho. Perú es liberada.
El sueño de Simón Bolívar de una América del sur unida se desvanecía ante sus ojos. Las fuerzas opuestas a la unión eran muy poderosas. Se comenzaron campañas difamadoras contra Bolívar e incluso fue objeto de un atentado en el palacio de San Carlos, en compañía de su amante Manuela Sáenz, quien le salva la vida.

En 1829 las intrigas hacen que Perú vaya contra Colombia, pero la victoria de Tarqui ganada por Sucre, repone la situación. Sofoca la insurrección de Guayaquil y regresa enfermo a Colombia.

En realidad, aparte de Simón Bolívar casi nadie quería mantener la Gran Colombia. Páez insistía en separar a Venezuela de Nueva Granada, ejemplo que seguía el general Flores en el Ecuador.

El 27 de abril de 1830, Bolívar desalentado y enfermo renunció al mando. Tenía la esperanza que su renuncia y desaparición tranquilizaran la discordia, e inicia su viaje hacia Cartagena con la intención de ir a Europa. En Cartagena recibe una noticia que le aflige sus últimos días: El asesinato de Sucre, su gran amigo y colaborador. Continúa su viaje a Santa Marta, pero su avanzada y grave tuberculosis, y sus problemas económicos, lo obligan a aceptar la ayuda que su amigo español, Joaquín Mier le brindó. Al último llamamiento de sus amigos para que vuelva al poder, Bolívar contesta: «La fuente de la legitimidad es el sufragio libre de los pueblos, no el eco de un motín ni la expresión de unos amigos.» Pero poco tiempo después, el gobierno de Bogotá tuvo la crueldad de decirle el decreto del Congreso de Valencia por el cual se le desterraba. El 17 de diciembre de 1830, a sus 47 años, muere Simón Bolívar.

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