Danza Llamerada
La danza Llamerada es conocida en aymara como «karwani», es una de las danzas más antiguas del folklore boliviano. El baile tiene un sentido religioso festivo interpretado por criadores de llamas, alpacas y vicuñas de La Paz.
La danza Llamerada es una representación del largo viaje del pastor para intercambiar productos básicos.
Origen de la llamerada
El origen de La Llamerada, no esta plenamente precisado pero todo hace suponer que nació con el mismo pastoreo.
Esta danza Llamerada se remonta a un gran cerco humano en torno a los rebaños de auquénidos; la gente obligaba paulatinamente a los animales a estrecharse en un anillo hasta llegar a tocarlos con las manos. Las llamas, alpacas, vicuñas, capturadas eran esquiladas; a los animales viejos o heridos pasaban a ser alimento.
Concluido el rodeo, se efectuaba la «Wilancha» o el sacrificio de la llama propiciatoria, cuya sangre era ofrecida a los dioses.
Vestimenta
Mujeres
- En la cabeza una montera cuadrada hecha de paño bordeada de flecos.
- En los pies abarcas rústicas hechas de cuero duro.
- También llevan una «KHORAWA» (honda), elemento utilizado para la simulación del arriendo.
Varones
- Una camisa de lana, de seda o de bayeta.
- Pantalón hecho también de bayeta, relativamente más abajo de la rodilla.
- Lleva también calcetas o caytos.
- Un awayo de colores envuelto al pecho.
- Una faja o chumpi en la cintura.
- Una soga cruzada por el cuerpo en sentido contrario al awayo.
En las danzas Llameradas más tradicionales el hombre utiliza también la máscara o careta mencionada con la apariencia de silbar.
Mujeres
- Más de una pollera, anchas y largas.
- Debajo de la pollera también utiliza una o más mancanchas (enagua que usan las cholas debajo de sus polleras).
- Utiliza una blusa de seda de color blanco (el color de las blusas puede variar de acuerdo a la fraternidad o grupo).
- Un awayo cruzado, tradicional de las fiestas en el campo.
La danza
En la interpretación actual, la danza Llamerada es mimética, porque trata de imitar la vida diaria de arrieros y a los pastores; pero, también representa la vinculación ritual con la llama, por eso la vestimenta de los danzantes es elegante y recupera antiguos signos de poder.
En la mayor parte de las danzas de Bolivia, la mujer participa recién desde hace tres décadas, pero en la llamerada, la mujer está desde tiempos antiguos, porque las labores del postillón o del arriero a Potosí, eran actividades familiares.
El atuendo es una mezcla de antiguos elementos –utilizados por los aymaras desde tiempos precolombinos y coloniales hasta el siglo XIX– con partes del vestuario aymara actual.
La montera es lo más típico; es cuadrada, bordeada de flecaduras, hecha de paño, recuerda el sombrero que utilizaban las autoridades aymaras. El hombre lleva camisa de lana, de bayeta o de seda; el pantalón de bayeta, corto hasta poco más debajo de las rodillas; calcetas de cayto; abarcas; un aguayo de colores amarrado sobre el pecho; un chumpi o faja multicolor que rodea la cintura; una soga enroscada en sentido contrario que el aguayo.
En las llameradas más tradicionales los hombres también llevan una careta de yeso con los labios fruncidos en actitud de silbar.
El hombre y la mujer portan, en la mano derecha una honda o qurawa, símbolo de pastores y arrieros, parte fundamental de la coreografía y de la vestimenta.
La mayor parte de los pasos, incluyen el movimiento de la onda simulando el arreo o el lanzamiento de piedras.
La mujer lleva una o más polleras anchas largas; debajo de las polleras uno o más centros o manq’anchas de género blanco; blusa y sobre ella un aguayo cruzado. Los colores han variado el tradicional color negro, lo utilizan los tatalas; la tropa, ésta es una de las innovaciones, utiliza diferentes colores, según la fraternidad y según la festividad.