Cementerio de Trenes
El Cementerio de Trenes se encuentra ubicado en Potosí. Es uno de los mayores atractivos que uno puede ver al visitar el Salar de Uyuni.
A seis kilómetros de la ciudad de Uyuni, las rieles del tren que alguna vez comunicaron esta capital fronteriza con los principales centros de abasto, acogen las impresionantes máquinas que en su mayoría fueron traídas en barco y ensambladas en el país, las marcas de fábrica, casi borradas por el tiempo dan cuenta del origen de estos colosos de acero, las hay de origen inglés en su mayoría, alemanas y también de origen brasileño que acompañaron la época dorada de los ferrocarriles en Bolivia.
El Cementerio de Trenes de Uyuni se constituye en una de las atracciones turísticas más importantes del país después del gran Salar de Uyuni y sus lagunas de colores, este cementerio muestra una admirable colección de material rodante del siglo XIX, en esa época el ferrocarril unía la ciudad de Uyuni con Antofagasta (Chile) y servía para transportar minerales como estaño, plata y oro a los puertos del Pacífico riquezas que llegaban de Potosí.
Historia
Fue en 1899 cuando se construyó el primer ferrocarril del país, el que unía la costa del Pacífico, concretamente la ciudad de Antofagasta, con Uyuni.
Las ricas minas de plata de Pulacayo (a 10 km. de la ciudad) y Oruru necesitaban de un transporte rápido y seguro para cargar cuanto antes en el puerto el mineral extraído. El potencial de las minas de plata de Huanchaca hicieron que el ferrocarril pronto se convirtiera en columna vertebral del desarrollo industrial del país y muchos pueblos nacieron a la orilla fértil de las vías.
Tras la Guerra del Pacífico, Chile se anexionó el Departamento de Atacama, dejando desde entonces a Bolivia sin salida al mar. Además, también se anexionó las provincias peruanas de Arica y Tarapacá. Hoy las tres siguen perteneciendo a Chile.
Al mismo tiempo, la capacidad minera de los depósitos de plata de Huanchaca fue decayendo hasta desaparecer. Esto no solo dejó sin recursos a los nativos, sino también hizo huir a todos los que invirtieron en la región. Poco a poco, todo fue languideciendo, dejando en manos del desierto del Salar de Uyuni la difícil tarea de ir borrando poco a poco la huella del trabajo de cientos de mineros durante décadas.
Hoy en día en el Cementerio de Trenes los perfiles herrumbrosos de todas aquellas máquinas permanecen desafiantes al terrible clima, como museo del pasado o como continentes vacíos para el recuerdo de todas las historias que se vivieron y contaron en su interior.
¿Qué llevar al Cementerio de Trenes?
Por ser una zona muy fría y con alta radiación solar. Por el día generalmente hace sol y la temperatura es agradable. Se recomienda llevar:
- Protector solar
- Lentes de sol
- Pantalones largos
- Poleras mangas largas
- Ropa abrigada
- Crema para labios
- Gorro de lana
- Gorra par el sol
- Chalina
- Guantes
- Botas de caminata
- Botiquín personal
- Linterna (para la noche)